Estos ingeniosos asiáticos, tras inventar
el «Shinkansen», que alcanza velocidades de 270 kilómetros
por hora, actualmente trabajan en la primera línea ferroviaria de
suspensión magnética. Este tren, bautizado «Maglev»
(de Magnetic Levitation) recorre las vías suspendido en el aire,
gracias a dos campos electromagnéticos creados por imanes superconductores
colocados en el tren y en las bobinas de la vía, que tiene forma
de U. Si los ensayos son satisfactorios, en el año 2000, el Maglev
conectará Tokio y Osaka, las dos principales ciudades de Japón
a ¡500 por hora!.