"Muero siendo socialista. Cuando la libertad en España vuelva a hacer a los hombres libres, quiero que mis restos sean envueltos en una bandera roja y enterrados al lado de la tumba del que fue mi maestro: Pablo Iglesias"
 

   Julián Besteiro nació en Guntín (Lugo)* en 1870 y ya desde sus primeros años, la educación recibida en la Insti- tución Libre de Enseñanza, le permitió adquirir unos valores que cristalizaron en el desarrollo de una conciencia social basada en  los principios humanistas, que se plasmaron en su  concepción del socialismo, donde militó al lado de Pablo Iglesias desde 1912.

   Se doctoró en Letras y fue catedrático de los Institutos de Orense y Toledo y de la Universidad Complutense de Madrid, en la que irnpartió clases de lógica.

   Estudió principalmente a  Marx y Engels y comenzó su actividad política a raíz de su  ingreso en el PSOE y UGT, de cuyos comités nacionales formó parte en 1914 y 1915, respectivamente.

   Siendo vicepresidente de UGT firrnó el Manifiesto de convocatoria a la Huelga revolucionaria de Agosto de 1917, sufriendo la condena como miembro del Comité de Huelga, por un tribunal militar, a cadena perpetua e inha- bilitación de toda actividad profesional. Por ello mismo, fue destituido de su cátedra de Lógica de la Universidad Cornplutense de Madrid. 

   Esta lucha obrera culminó con la victoria de los huel-  guistas, saliendo libre al año siguiente al ser elegido diputado electo de la nación. Como diputado socialista defendió en 1918  la Huelga General y denunció la  represión desencadenada por el Gobierno durante los días siguientes al 13 de Agosto de  1917. Besteiro llegó a ser durante la 11 República, presidente  de las Cortes en los primeros años de la misma (193 l).

   Su coherencia personal e intelectual le llevó a permanecer junto al pueblo, al que habla dedicado todas sus energías como político y como sindicalista, cuando ya la guerra estaba manifiestamente perdida. El fue consciente siempre de que su permanencia en Madrid habría de costarle la vida.

   El mismo Besteiro escribió al respecto "que le repugnaba la fuga, ya que no tenía por qué huir". También el convencimiento de que "podía presentarse ante los jueces con la frente alta y la conciencia tranquila".

   La entrada de las tropas franquistas en Madrid supuso para Besteiro ser detenido y condenado por un tribunal militar el día 8 de Julio de 1939, a 30 años de reclusión mayor, siendo trasladado al penal de Carmona (Sevilla). Allí, aquejado de una gravísima enfermedad y al carecer de la asistencia médica adecuada, falleció el día 27 de Septiembre de 1940, sin perder en ningún momento su coherencia y su dignidad, así como su fidelidad a las ideas socialistas.